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El yaco pertenece al género Psittacus y se caracteriza porque tiene todo el cuerpo gris y una llamativa cola roja. El yaco pertenece al género Psittacus y se caracteriza porque tiene todo el cuerpo gris y una llamativa cola roja. Este loro consta de tres subespecies: la nominal (Psittacus erithacus erithacus), la de cola de vinagre (Psittacus erithacus timneh) y la de las islas de Santo Tomé y Príncipe (Psittacus erithacus princeps). La subespecie más difundida y apreciada como animal de compañía es la nominal o común, que tiene una amplia población en África Ecuatorial (África Central y Occidental). Suelen medir alrededor de 33 cm de largo, pesar unos 475 g y vivir una media de 70 a 90 años, aunque siempre depende de la subespecie. El sexo también implica diferencias ya que las hembras son más pequeñas que los machos. Normalmente viven en bandadas organizadas jerárquicamente donde pueden congregarse centenares de individuos. Además, como pasa en la mayoría de grandes psitácidos, el yaco establece vínculos de pareja estables. La temporada de cría varía dependiendo de la localización geográfica, de las condiciones climáticas y de la disponibilidad de alimentos existentes. Respecto a su domesticación, no es recomendable que estos animales convivan con niños pequeños y si lo hacen se debe extremar el cuidado porque la fuerza de su pico puede dañarles fácilmente. Sin embargo, son muy sociables tienen gran capacidad para captar los estados de ánimo de sus dueños y requieren mucha atención porque son muy sensibles e inteligentes. Otra de sus peculiaridades es que son muy habladores. Estos loros deben vivir en jaulas suficientemente grandes para que puedan extender sus alas y su dieta debe basarse en piensos para loros. Para tener una buena calidad de vida, deben pasar una revisión veterinaria al menos una vez al año y que sea realizada por un veterinario especializado en aves exóticas. ste loro consta de tres subespecies: la nominal (Psittacus erithacus erithacus), la de cola de vinagre (Psittacus erithacus timneh) y la de las islas de Santo Tomé y Príncipe (Psittacus erithacus princeps).

La subespecie más difundida y apreciada como animal de compañía es la nominal o común, que tiene una amplia población en África Ecuatorial (África Central y Occidental). Suelen medir alrededor de 33 cm de largo, pesar unos 475 g y vivir una media de 70 a 90 años, aunque siempre depende de la subespecie. El sexo también implica diferencias ya que las hembras son más pequeñas que los machos.

Normalmente viven en bandadas organizadas jerárquicamente donde pueden congregarse centenares de individuos. Además, como pasa en la mayoría de grandes psitácidos, el yaco establece vínculos de pareja estables. La temporada de cría varía dependiendo de la localización geográfica, de las condiciones climáticas y de la disponibilidad de alimentos existentes.

Respecto a su domesticación, no es recomendable que estos animales convivan con niños pequeños y si lo hacen se debe extremar el cuidado porque la fuerza de su pico puede dañarles fácilmente. Sin embargo, son muy sociables tienen gran capacidad para captar los estados de ánimo de sus dueños y requieren mucha atención porque son muy sensibles e inteligentes. Otra de sus peculiaridades es que son muy habladores.

La forma más fácil de alimentar correctamente a su yaco es dándole un pienso compuesto en forma de pellets (no confundir con mezclas de semillas). Existen distintas marcas de pienso de buena calidad en el mercado. Existen distintas marcas de pienso de buena calidad en el mercado.  No deben comer nunca aguacate, cebolla o ajo crudos, chocolate, huesos de frutas, ni alimentos muy salados, fritos o muy grasos. Sólo deben beber agua o zumos naturales.

Para tener una buena calidad de vida, deben pasar una revisión veterinaria al menos una vez al año y que sea realizada por un veterinario especializado en aves exóticas.