INTRODUCCIÓN

La Chinchilla es uno de los pequeños mamíferos con un papel cada vez más importante dentro de los animales de compañía. Pertenecen al género de roedores histricomorfos de la familia Chinchillidae conocidos coloquialmente como chinchillas.

Es endémico de la mitad sur de los Andes. El género Chinchilla agrupa dos especies salvajes y una variedad doméstica, creada por el cruce de las salvajes. Aparte de la variedad doméstica, todas las chinchillas están amenazadas de extinción.  Estos animales forman grupos en libertad que pueden alcan­zar hasta un número de 100 ejemplares, dónde las hembras se presentan como el sexo dominante y en determinadas ocasio­nes, se pueden observar comportamientos agresivos hacia otras hembras o incluso machos.  Las chinchillas han sido apreciadas desde hace mu­chos años por su suave y denso pelaje por la que han llegado a ser cazadas de forma masiva. Para mantener este denso pelaje se les debe de proporcionar un recipiente con arena dónde estos animales disfrutaran dándose un buen “baño” de arena.

ALIMENTACIÓN

La chinchilla es un animal herbívoro que precisa de una dieta a base de alimentos muy fibrosos y de escaso valor energético. El aporte mayoritario de la fibra lo conseguiremos a través del heno, componente que debe ser mayoritario en su dieta. Sin exceder un 15-20% de la ración diaria, les proporcionaremos pienso para chinchillas. Siempre aconsejaremos un pienso rico en fibra constituido por pellets y en ningún caso serán reco­mendables las mixturas.  El resto de la alimentación la aportaremos a partir de verduras frescas, preferiblemente de hoja verde como son la escarola, endibia, rúcula o canónigos.

Esporádicamente podemos administrar otras verduras como zanahoria, pimiento u hojas de nabo. Los frutos secos condu­cen a la obesidad y por tanto no son recomendables.

Igualmen­te debemos siempre evitar todo tipo de dulces o golosinas ya que con esta comida podemos dañar el sistema digestivo de la chinchilla y modificar su nivel de azúcar en sangre, algo que se debe tener muy en cuenta.

ALOJAMIENTO

Tanto machos como hembras son animales sociables y se pue­den mantener en grupo, eso sí a la hora de albergar individuos de distinto sexo es recomendable

mantener un solo macho con varias hembras. A las chinchillas les gusta situarse en lugares elevados, por lo que la jaula debe adquirir una disposición vertical dónde coloquemos distintos estantes, cuerdas y

troncos para que puedan realizar saltos y acrobacias. Dentro de la instalación colocaremos un cajón con arena para que la chinchilla disfrute del “baño” que le ayudará a mantener su denso pelaje. El arenero lo colocaremos entre 15-30 minutos al día para evitar que lo utilicen como sanitario. En la base  colocaremos un sustrato absorbente que evite las humedades y recoja las deyecciones de nuestros animales.

Existen gran cantidad de sustratos en el mercado a base de viruta prensada y en ningún caso optaremos por pro­porcionarle arena de gato. La jaula ha de disponer de las di­mensiones adecuadas, recomendando siempre un mínimo de casi un metro de alto, 70 cm de largo y 50 cm de ancho. Pode­mos utilizar distintos bebederos como son los de tubo o cazo­leta donde administraremos agua limpia a diario.

ENFERMEDADES Y CUIDADOS VETERINARIOS

Las chinchillas soportan muy mal el calor, son animales que no sudan y con un denso pelaje. Debemos siempre evitar, en los meses estivales, que estén expuestas a temperaturas mayores a 27º C pues pueden sufrir fuertes golpes de calor con tremendas consecuencias.

Las chinchillas son animales cuyos molares crecen de forma continua y precisan que se produzca un correcto des­gate para evitar problemas de sobrecrecimiento. Si este tipo de exótico se mantiene con dietas bajas en fibra pueden sufrir problemas dentales como son abscesos o úlceras bucales.

Entonces, si esto sucede, percibiremos que nuestra chinchilla presenta un apetito selectivo, exceso de salivación y en algunos casos incluso bruxismo (rechinar los dientes).

Gran importancia tienen las patologías digestivas derivadas de dietas no equilibradas.

Síntomas como son la anorexia (no comer), falta de defecación y apatía son motivo de tratar a su mascota con urgencia. En estos casos debe acudir rápidamente a su veterinario especiali­zado en animales exóticos que podrá realizar las pruebas diag­nósticas necesarias para este tipo de patologías.

No escatime en el cuidado de su mascota ya que cualquier sín­toma puede ser el indicio de alguna enfermedad. Cuide siem­pre a su chinchilla siguiendo los consejos que le hemos indi­cado, teniendo en cuenta la alimentación, el alojamiento y los cuidados. Realice siempre revisiones de prevención y consulte siempre un veterinario especializado en exóticos.

CONSEJOS

* La chinchilla precisa de una dieta a base de alimentos muy fibrosos y de poco valor energético. El aporte mayoritario de fibra lo conseguiremos con heno. Sin exceder un 15-20% de la ración diaria, les daremos pienso siempre del elabora­do especialemente para chinchilla.
* Existen gran cantidad de sustratos en el mercado a base de viruta prensada y en ningún caso optaremos por proporcio­narle arena de gato.
* A estos animales les gusta mucho si­tuarse en lugares elevados, por lo que la jaula debe adquirir siempre una disposi­ción vertical dónde coloquemos distintos estantes, cuerdas y troncos. De esta ma­nera, las chinchillas podrán realizar los saltos y acrobacias que tanto les agradan.
* Evitar, en los meses estivales, que es­tén expuestas a temperaturas mayores a 27º C pues pueden sufrir golpes de calor.