CUIDADOS Y MANTENIMIENTO DE LAS TORTUGAS
MEDITERRANEAS

Las tortugas terrestres son reptiles muy longevos que pueden llegar a vivir más de 50 años.
Son animales diurnos, estacionales y solitarios. Pasan gran parte del
día tomando el sol, buscando comida o descansando. La mayor parte
de su vida viven solas y sólo se juntan para copular en la época
reproductiva.
Las especies más comunes son: Testudo hermanni, Testudo graeca y
Testudo marginata.

ALIMENTACIÓN

Son animales herbívoros, la mayor parte de su dieta se basa en vegetales aunque también
deben ingerir algo de fruta, flores y hortalizas.
El 75-95% deben ser vegetales tales como: hojas de parra, hojas de nabo, hojas de col, col
china, col rizada, cilantro, brócoli (hojas y tallo), berros, brotes de mostaza, colinabo, perejil,
acelgas, hojas de coliflor, grelos, endivias, hojas de remolacha, apio, diente de león, alfalfa,
hierba, escarola, canónigos, hojas de zanahoria, hojas de rábano, hojas de la calabaza o
calabacín, malva silvestre… Otro aporte nutricional son las flores: flor de la calabaza o
calabacín, hibisco, rosa, flor del diente de león, lilas… La fruta debe ser racionada con
cuidado por el alto aporte de azúcar que tiene, una vez por semana podemos dar a nuestro
animal algo de fruta (5-10%) mezclada con la ración diaria vegetal.
Es mejor que nuestro animal adquiera las vitaminas y nutrientes que necesita mediante una
dieta natural, evitando así los piensos comerciales.
En todo momento nuestra tortuga debe disponer de agua fresca y limpia en un recipiente
adecuado para su tamaño y así poder beber siempre que lo necesite. Muchas veces dicho
bebedero también hará la función de recipiente para el baño y nuestro animal se introducirá
en él para refrescarse.

ALOJAMIENTO

Las tortugas terrestres son animales que necesitan espacio para moverse, cuanto mayor sea
el espacio que podamos facilitarles mejor, ya sea en el interior o exterior de la vivienda.
Siempre debemos dar a nuestros animales la posibilidad de refugiarse, tanto del calor y la
luz, como del frío y para ello uno o varios refugios serán lo ideal (dependiendo del número
de individuos).
Si optamos por un terrario interior, éste se aconseja que sea de cristal con ventilación y lo
suficientemente grande para que el animal pueda ejercitarse y crecer en buenas condiciones.
El sustrato puede ser una mezcla de turba con arena. Antes de introducir a los animales
tenemos que desinfectar el sustrato metiéndolo en el horno unos 20 minutos a 180º.
Si por el contrario decidimos tenerlas en el exterior de la vivienda, lo cual es más
recomendable, debemos proporcionarles un recinto cercado para que no puedan escapar y
otros animales no puedan entrar y atacar a nuestros reptiles. El mejor material aislante
para construir nuestro habitáculo es la madera, ya que aisla tanto del frío como del calor y
mantiene una temperatura (Tª) óptima en invierno.
Debemos tener en cuenta que los reptiles tienen unos requerimientos importantes, ya que
son animales que dependen totalmente del medio en el que viven y por ello tenemos que ser
capaces de satisfacerlos totalemente. La Tª es muy importante, lo ideal son las lámparas de
cerámica siempre controlando el rango que el animal puede soportar y evitando que nuestro
reptil se queme (si hablamos de Tª diurna debemos tener 30ºC en el punto más caliente y
26ºC en el punto más frío, por el contrario la nocturna descenderá a 18-20ºC). La manera
más segura de controlar dichas temperaturas es con un termostato, sobre todo para evitar
que por la noche descienda en exceso y nuestro animal pueda sufrir hipotermia.
Otro de los requerimientos importantes es el sol, éste proporciona rayos ultravioletas que son
imprescindibles para absorver el calcio y de esa manera tener una correcta calcificación de
los huesos; si no podemos proporcionarles luz natural
debemos colocar una bombilla o fluorescente de luz ultravioleta (luz UVA/UVB), siempre a
unos 30cm del animal y sin cristal, plástico o reja entre el animal y dicha bombilla para
asegurar un correcto funcionamiento. Estas bombillas deben ser repuestas pasados 6-8
meses ya que pierden sus propiedades.
La humedad ambiental adecuada para las tortugas varía entre el 50-70%, para ello
podemos colocar sistemas que humidifiquen el ambiente si vivimos en zonas secas y no
conseguimos dichos valores.

HIBERNACIÓN

Como ya hemos comentado con anterioridad las tortugas mediterráneas son estacionales,
esto quiere decir que su comportamiento se rige por las horas de luz y la Tª según la
estación en la que se encuentren. Un proceso que siguen en la época más adversa del año
como es el invierno es la hibernación, esto les ayuda a sobrevivir a las bajas temperaturas sin
apenas consumir energía, ya que se encuentran en un estado letárgico.
Solamente dejaremos hibernar a nuestro animal si estamos totalemente seguros de que está
en perfecto estado para soportar los meses de letargo. Es muy importante realizar una
exploración completa en el veterinario, un mes antes de empezar el proceso de hibernación
para cerciorarnos de lo antes dicho. El proceso que debemos seguir antes de la hibernación
no tiene unas fechas concretas, depende de las temperaturas ambientales de ese año, por
ello debemos preguntar a nuestro veterinario si tenemos dudas para saber cuándo comenzar.

PROTOCOLO DE PRE-HIBERNACIÓN:

1ª semana → Alimentamos a nuestro reptil con su dieta habitual pero alternando día sí, día no.
Damos baños diarios con agua tibia (20-30 minutos).
2ª semana → Alimentamos a nuestro reptil alternando los días pero esta vez solo lechuga iceberg o
romana. Damos baños diarios con agua tibia (20-30 minutos)
3ª semana → Solamente damos baños diarios con agua tibia (20-30 minutos)
4ª semana → Nuestro animal ya está preparado para empezar a hibernar.
A la hora de hibernar tenemos que elegir bien el lugar:
La temperatura debe ser entre 2 y 9ºC, si puede ser orientación Norte mejor.
– Colocaremos a nuestro animal en una caja con ventilación para que pueda respirar, dentro
pondremos hojas, paja, heno… (materiales para acolchar el habitáculo) y la dejaremos
totalmente a oscuras.
 Lugar tranquilo y sin ruidos.
 Lugar protegido de otros animales para evitar ataques, ya que nuestro animal estará
dormido y no podrá defenderse.
Una vez por semana debemos controlar que nuestro animal está en perfecto estado, para ello nos
fijaremos en:
 Peso → debemos pesar a nuestro reptil semanalmente sin realizar movimientos bruscos ni
prolongados en el tiempo para evitar que se despierte (veremos que pierde peso pero debe
ser de manera progresiva)
 Asegurarnos de que no hay secreciones nasales, oculares o bucales.
Si en el caso contrario nuestra tortuga no estuviese sana para hibernar debemos proporcionarle
calor y luz igual que el resto del año, de esa manera no disminuirá su metabolismo y no entrará en
estado de latargia.
Una vez que empiecen a subir las Tª y las horas de luz son mayores debemos despertar a nuestra
tortuga de manera gradual como lo hicimos anteriormente pero revirtiendo el proceso.

CUIDADOS VETERINARIOS:

Es muy importante que vuestro animal esté sano y crezca adecuadamente, para ello lo ideal
es realizar uno o dos controles veterinarios al año, en ellos revisaremos peso, crecimiento,
controles parasitarios… todo lo necesario para segurarnos de que vuestra tortuga se
encuentra en perfecto estado. Si estamos pensando en adquirir un nuevo individuo es
primordial acudir al veterinario para asegurarse de que está totalmente sano y mantenerlo
aisaldo del resto de individuos al menos 30-40 días para confirmar que no hay signos de
enfermedad ni posibles contagios.
Los reptiles son animales que no muestran mucha sintomatología y pueden estar
enfermos mucho tiempo antes de que veamos cualquier indicio, por ello es primordial tener
una buena higiene en los habitáculos y un correcto mantenimiento, con ello evitaremos
muchas de las enfermedades asociadas a un mal manejo.