En la naturaleza, los loros realizan 3 actividades fundamentales a lo largo del día: búsqueda de comida, interacción social y el acicalamiento. Tienen que invertir gran cantidad de tiempo para encontrar las semillas y frutos que comen, constituyendo de 6 a 18 horas diarias. Es por ello que las psitácidas disponen de picos en bisagra, fuertes para poder romper y extraer el alimento.
Viven siempre en bandadas, por lo que la interacción social ocupa gran parte del día. El acicalamiento les sirve para mantener el plumaje en buen estado y disminuir la presencia de parásitos externos.
Dado que en nuestras casas tienen el alimento 24 horas disponible, en un comedero repleto de comida, esas 6-18 horas de búsqueda se ven reducidas a 15-30 minutos. La bandada con la que viven, somos nosotros y no estamos las 24 horas junto a ellos por lo que la interacción social también se ve reducida. Estas alteraciones derivan en aumento de acicalamiento, llegando incluso a producir picaje, problemas comportamentales y en definitiva, empeoran la calidad de vida de nuestro loro, tanto a nivel psíquico como físico.
¿Cómo estimular a mi loro?
Para que nuestro loro no se aburra y acaben apareciendo problemas comportamentales, podemos proveerle de juguetes, cambiandolos con frecuencia para que no se acostumbre a ellos.
Para aumentar las horas invertidas en la búsqueda de comida se puede usar una práctica llamada “foraging” o forrajeo en castellano, que consiste en esconder en distintos lugares la comida para que el loro se entretenga buscándola.
¿Qué juguetes puedo usar para foraging?
Podemos utilizar esta técnica con el uso de juguetes comercializados específicamente para ello o crearlos nosotros mismos con materiales presentes en nuestra casa. Se recomienda comenzar con escondites fáciles, como tapar el comedero con papel de cocina, periódico o cartón, primero con agujeros para que vea que debajo hay alimento y luego sin ellos. Después, se pueden usar escondites más difíciles, como envolver pequeñas cantidades de comida con papel de cocina o periódico, mezclar comida con material como gritt o viruta de madera, esconder comida en cajitas de cartón o en el cartón del papel higiénico cerrado en ambos extremos…
Los loros son extremadamente inteligentes por lo que es necesario variar los tipos de escondite y comida para que el animal no se acostumbre y se aburra, incluso dejar algunos paquetes y escondites vacíos.
Los premios pueden ser pienso, fruta o verdura y de vez en cuando alguna semilla, estas siempre en menor cantidad.
Nunca debemos usar elementos metálicos para los juguetes y en caso de loros de gran tamaño, debemos evitar los elementos de plástico que puedan romper e ingerir.
Esta es una manera muy fácil y económica, que tan solo te llevará unos minutos y con la que conseguirás que la calidad de vida de tu loro aumente considerablemente.
¿Como me puede ayudar mi veterinario?
Siempre que existe un problema comportamental en nuestros loros (agresividad, picaje, comportamiento sexual excesivo…), es recomendable acudir a un veterinario especializado en animales exóticos para averiguar cual es la causa. Las alteraciones del comportamiento en los loros pueden producirse por enfermedad, que es necesario descartar mediante revisiones generales y pruebas analíticas, o por alteraciones psicológicas como el estrés o el aburrimiento.
Además, en nuestro centro especializado te podemos aconsejar qué tipo de juguetes son los más indicados para cada loro, adecuandolos a su tamaño, alimentación y dificultad.
