CUIDADOS BÁSICOS ERIZO
Los erizos son pequeños mamíferos pertenecientes a la
familia Erinaceidae, dentro del orden Insectivora. Las dos
especies más conocidas son el erizo africano (Atelerix
albiventris ) y el erizo europeo (Erinaceus europaeus ). El
erizo africano es originario de la sabana y las estepas del
centro y este del continente africano.
COMPORTAMIENTO Y RECOMENDACIONES DE ALOJAMIENTO
Los erizos son animales de hábitos nocturnos. Durante el día suelen refugiarse en madrigueras, mientras
que por la noche son animales muy activos que en su hábitat natural pueden caminar grandes distancias
en busca de presas de las que alimentarse. Además, los erizos son buenos escaladores y nadadores.
Son animales solitarios, por lo que es conveniente alojarlos por separado. En general, los erizos prefieren
ambientes tranquilos y pueden reaccionar con miedo ante ruidos fuertes y luz brillante. Es recomendable
que su alojamiento sea lo más amplio posible, ya que son animales muy activos, y que posea paredes
lisas, ya sean de plástico o de cristal, en lugar de rejas. Como sustrato puede utilizarse papel de
periódico u otro material absorbente como los pellets de madera o papel, debiendo cambiarse con
frecuencia para mantener el suelo de la jaula seco. El alojamiento de nuestro erizo debe contar también
con un lugar en el que esconderse, ya sea una caja de cartón, un refugio de plástico o incluso una
maceta. Además, podemos colocar una rueda de paredes lisas para que nuestro erizo haga ejercicio.
También se le puede proporcionar un recipiente con agua tibia lo suficientemente grande como para que
nuestro erizo pueda nadar en él.
La temperatura ambiental óptima para los erizos africanos oscila entre los 24 y los 30º C, por lo que
puede ser necesario colocar una fuente de calor (manta térmica/bombilla) en algún punto de la jaula.
Aunque los erizos europeos sí pueden llegar a hibernar cuando la temperatura ambiental es baja, los
erizos africanos salvajes no lo hacen, por lo que no es una práctica recomendable en el caso de los erizos
mantenidos en cautividad.
ALIMENTACIÓN
Aunque los erizos se incluyen dentro del Orden Insectivora, son en realidad animales omnívoros que
pueden alimentarse de invertebrados (por ejemplo, gusanos, escarabajos, grillos, cucarachas, caracoles),
pequeños vertebrados (por ejemplo, ranas, pequeñas serpientes y lagartos, crías de ratón, pequeñas
aves), huevos y también vegetales (por ejemplo, verduras de hoja verde como espinacas y col kale, frutas
como manzana, tomate, plátano y uva, y otros alimentos como guisantes, judías o zanahorias cocidas).
Debido a la tendencia de estos animales a la obesidad, es recomendable proporcionar una alimentación
rica en proteína y fibra, así como baja en grasa e hidratos de carbono.
La dieta ideal combinaría pienso específico para erizos con insectos y vegetales, pero debido a la
dificultad existente en nuestro país para encontrar piensos específicos para erizos, podemos optar por
alimentar a nuestra mascota con pienso para gatos, siendo lo mejor en este caso proporcionarle un
pienso “light” para gatos y suplementarlo con insectos y vegetales. Los cambios en la dieta deben
realizarse de manera progresiva e intentando que el nuevo alimento sea del mismo tamaño y textura
que el antiguo.
No debemos olvidarnos de proporcionar agua fresca todos los días a nuestro erizo, bien sea en platos de
poca profundidad o bien en bebederos de botella.
PROBLEMAS MÁS FRECUENTES
La obesidad es el principal problema presente entre los erizos criados en cautividad, por lo que es
recomendable controlar su alimentación y llevar a cabo controles periódicos de peso.
Los problemas dentales, tales como las gingivitis, las periodontitis y la acumulación de sarro, también
son relativamente frecuentes. Por esto, es recomendable llevar a nuestra mascota al veterinario para
realizar revisiones periódicas generales, idealmente cada seis meses.
Otros problemas comunes son: traumatismos (incluyendo la presencia de elementos extraños, como
pelos humanos, que compriman alguna extremidad), dermatitis (parasitarias, fúngicas o bacterianas),
problemas hepáticos, neumonías, parasitosis digestivas, infecciones por Salmonella, problemas cardíacos,
problemas neurológicos y tumores.
En líneas generales, debemos llevar a nuestro erizo al veterinario lo antes posible si observamos alguno
de los siguientes síntomas:
Presencia de secreciones procedentes de cavidad oral, nariz u ojos.
Presencia de elementos extraños que compriman alguna extremidad.
Cambios en el comportamiento (apatía, anorexia, somnolencia, temblores).
Dificultad para respirar, respiración con la boca abierta.
Sospecha de ingestión de materiales extraños.